EMAN BUELTA!
Diversidad funcional y activismo contra las violencias machistas. Son los ejes fundamentales desde los que Kattalin Izaguirre, joven de 21 años, estudiante de Educación y conocedora de la comunidad sorda por su implicación en sensibilización y por ser monitora de tiempo libre en este ámbito.
¡Una lucha de todas y para todas las mujeres!
Katalin Izaguirre
El 25 de noviembre ha sido desde no hace mucho tiempo un día simbólico para denunciar la violencia contra mujer en todas sus formas. Un día que se hace patente por la valentía que tuvieron las hermanas Mirabal, también conocidas como las Mariposas, por hacerle frente a la dictadura de Trujillo. Las hermanas fueron perseguidas, encarceladas, violadas y asesinadas por el régimen de Trujillo, luchando hasta con su último aliento contra la política impuesta y la injusticia que se estaba viviendo en la República Dominicana.
Aunque las Mariposas sean un claro referente en este día tan señalado, este día nos recuerdan a las millones de mujeres que cada año son violadas, torturadas y asesinadas a manos de varones que ejercen la violencia machista. Con el esfuerzo y empeño de mujeres que se han atrevido a denunciar esta situación inmoral se han construido distintos programas para prevenir e intervenir en la violencia machista con el objetivo de empoderar a las mujeres y terminar con esta opresión que tiene como origen el sistema patriarcal.
Pero, por desgracia, no todas las mujeres tienen acceso a estos programas. Muchos de los programas están dirigidos a la mujer con características concretas, y no a las mujeres en su diversidad.
Las mujeres con diversidad funcional, son las más invisibles, bien por ser mujer y bien por tener diversidad funcional. Las mujeres con diversidad funcional sufren violencia múltiple en todos los ámbitos de la vida, desde violencia simbólica, económica, física, psicológica… El sistema actual marca su diferencia como un obstáculo, como una carencia, haciéndolas más vulnerables y acentuando el grado de exclusión en la sociedad.
En este país hay 3,85 mil personas con diversidad funcional según el INE (2008), de las cuales el 59,8% son mujeres. Hay muy pocos estudios que traten la situación de la mujer con diversidad funcional. Es una realidad desconocida y por ello, casi inexistente. De echo, el desconocimiento e invisibilidad es una forma de violencia contra los derechos de la mujer con diversidad funcional que entorpece el proceso de atención e inclusión, así como la violencia machista que en este colectivo se multiplica.
Por eso, en contra del sistema decimos que no, que nosotras somos diferentes a nuestra manera, como lo es cualquiera, que seguimos siendo mujeres y no extraterrestres.
Queremos que se hagan investigaciones y estudios, que se conozca nuestra realidad para cubrir nuestras necesidades como mujeres, para tener acceso a programas y servicios que nos apoyen en nuestro proceso de empoderamiento, y de la misma forma erradicar este problema social, las violencias machistas, como mujeres y personas activas de la sociedad.